jueves, 18 de junio de 2009

Influencias


Me ocurre algo curioso. Cuando escucho o leo a alguien que sabe mucho de un tema en particular, lo que cuenta me parece que no solo es útil para su disciplina concreta, sino para muchos otros aspectos de la vida.

Uno de los casos es Peter Brook, un hombre de teatro. Y para que entendáis lo que quiero decir, os transcribo aquí un par de ideas suyas que están recogidas en el libro «más allá del espacio vacío»:

«Estoy convencido de que estamos aquí para recibir influencias. Constantemente, los demás influyen sobre nosotros y, en su debido momento, nosotros influimos sobre los demás. Por esta razón, en mi opinión, no hay nada peor que asignarnos una “marca de fábrica”, que adquirir una marcada fisonomía, que nos reconozcan por determinadas características. Al pintor se lo reconoce por su particular estilo, y esto se convierte en su prisión. No puede asimilar ningún trabajo ajeno sin perder identidad. En el teatro, esto no tiene sentido. Trabajamos en un campo que debe ser de libre intercambio.»

«Lo que no está, lo que no existe de manera latente, no puede ser hallado»

domingo, 7 de junio de 2009

060509

Después de ver HOME, esto que os voy a enseñar resulta casi ridículo, pero es lo que hay... :-)

Se trata de un video que monté para una convocatoria de la Junta de Castilla y León con ocasión del Día Mundial de Medio Ambiente. ¡Y nos llevamos el segundo premio! (Aunque hubo escasa competencia, todo hay que decirlo...).

La música es de Triplexity y The Dada Weatherman.


sábado, 6 de junio de 2009

Vínculos


Ayer fue el estreno mundial en internet (y en muchos cines de todo el mundo) de la película HOME. Curiosamente, una palabra que significa hogar (en inglés, por ejemplo) y hombre (en galego, por ejemplo).

Estará visible en You Tube hasta el 14 de junio, así que echadle un ojo cuanto antes si tenéis oportunidad. La espectacularidad de las imágenes es impresionante y la alta definición con que se ve en la pantalla del ordenador (seleccionando HD) a mi me deja atónito, así que ni me imagino cómo se verá en las salas de cine.

No la he visto aún entera -solo los primeros minutos- pero creo que merece la pena. No deja de ser también curioso, y una evidencia de las infinitas contradicciones en que vivimos, que los patrocinadores de la película sean algunas de las principales marcas asociadas al mundo del lujo y, por tanto, al paradigma del consumismo.

El enlace al canal de Home en YouTube es éste.

Bueno... Complejidades y perplejidades aparte, rescato aquí una de las frases de la película:

«El motor de la vida es el vínculo. Todo está vinculado.»

martes, 2 de junio de 2009

En Fornillos de Fermoselle...


Este fin de semana hemos estado en Fornillos. Hacía mucho tiempo –demasiado- que no iba por allí y me ha gustado mucho volver y también volver a ver a Víctor (lo de Merche esta vez no ha podido ser; lo dejamos para la próxima…).

Se está muy bien en Fornillos. Y se está muy bien en La Casa de los Arribes. Así que, de entrada, os recomiendo a todos que paséis unos días por allí.

Y a propósito de las buenas prácticas que hablábamos en la entrada anterior, me parece que lo que lleva Víctor haciendo desde hace ya casi 20 años es indudablemente una de ellas. Y de las imprescindibles.

Creo que uno de los principales “delitos” colectivos que estamos cometiendo es la homogeneización cultural y el menosprecio del ingente patrimonio común que se ha ido depositando durante siglos, como por la acción de un decantador, en el medio que habitamos. Hablo de arquitectura, de tradiciones, de artesanía, de otro tipo de conocimiento y uso del medio –menos “tecnocientífico”-, de biodiversidad, de razas de ganado y variedades de plantas profundamente adaptadas al medio, de cultura popular,…


Se trata de una riqueza colectiva, para mí, incalculable. Y parece que está destinada a perderse casi irremisiblemente si no hacemos algo –o quizá incluso aunque intentemos hacerlo-.

Víctor es una de esas personas que dedican su esfuerzo -y su inteligencia y sus muchas capacidades…- a rescatar y poner en valor toda esta riqueza y ese conocimiento. Y lo hace de muchas maneras y con muchos lenguajes. Lo hace en la forma en que ha concebido y gestiona sus alojamientos de turismo rural y lo hace también en los libros que escribe y en las rutas que guía y en los montajes en video que elabora (aunque estos últimos no he podido verlos aún, estoy seguro que serán una flipada)…

Creo que sabe combinar perfectamente lo mejor de dos mundos: la sabiduría acerca de “estar en la tierra” que impregna aún algunas áreas rurales y las nuevas posibilidades que nos va ofreciendo el “mundo actual” para comunicarnos y compartir.

Estoy convencido de que otra de las claves para salir del laberinto es retomar el contacto con la tierra, volver al medio rural y recuperar –en la medida de lo posible- todo lo que allí hay para nosotros, que es mucho. Mientras los demás encontramos el momento o la ocasión o la fortaleza o lo que sea para hacerlo, solo nos queda dar las gracias a gente como Víctor y Merche.

Eso, y no otra cosa, es lo que intento hacer hoy aquí.

Propuestas...

Uno de los aspectos que me atrae de mi trabajo es que, en ocasiones, me permite contribuir -de alguna forma- a poner en valor el esfuerzo de gente que trabaja en lugares y contextos muy diferentes.

Voy a intentar traer esta idea aquí al bloj, abriendo una nueva sección en la que os iré contando acciones y proyectos que la gente está llevando a cabo en mil sitios, propuestas interesantes o inspiradoras, ideas felices,... De hecho ya llevamos algún tiempo haciendo esto aquí, pero digamos que hoy me propongo hacerlo más explícita y sistemáticamente.

Ya he dicho algunas veces aquí que -a mi parecer-, entre las claves necesarias para salir de este laberinto, una de las más importantes es recobrar y reinventar el sentido de lo colectivo. Romper las acusadas tendencias individualistas y recuperar la conciencia de lo común, de lo que es de todos.

También creo que uno de los nuevos elementos de lo colectivo en el siglo XXI es que lo colectivo ya no es solo lo local. Sigue siéndolo, claro está. Y trabajar a nivel local es, quizá ahora más que nunca, una vía esencial para generar cambios. Pero lo colectivo tiene ahora también -con mayor claridad que nunca antes-, un componente global. Y consecuentemente hay cada vez más grupos trabajando juntos, con objetivos comunes, aunque a sus integrantes les separen grandes distancias. Y aparece un creciente número de proyectos que tratan de estimular la participación colectiva -a veces a escala "global"- en el diseño de un futuro diferente.

Un ejemplo -sencillo pero no por ello menos interesante- es el proyecto What if…? cities, una idea que ha desarrollado la gente de Ecosistema Urbano para el Louisiana Museum of Modern Art en Dinamarca. La propuesta, básicamente, es repensar abierta y colectivamente las ciudades del futuro. Para ello, quien quiera participar puede expresar su visión mediante una frase: «¿Y si…?». El proyecto se desarrolla en inglés y podéis saber más consultando su web.



En clave local, otra de las ideas que me han gustado es el último proyecto de todoporlapraxis, un grupo de gente que hace intervenciones urbanas en las que combinan la denuncia, la reivindicación y la acción. En esta ocasión se han propuesto recuperar la ciudad para el deporte de base, no de élite. Y lo hacen, simplemente, saliendo a practicar deporte por la ciudad, en plazas y solares.

En sus propias palabras, «el déficit de instalaciones deportivas de Madrid se percibe sobre todo en la dificultad para la práctica informal del deporte, debido a la falta de pequeñas instalaciones deportivas locales, hecho que se ve acrecentado por la elevada densidad media de la ciudad y la carencia de espacios libres. Esa carencia de pequeños equipamientos deportivos afecta a la calidad de vida de los madrileños, contrastando con la existencia de grandes instalaciones de costoso mantenimiento para poca población y con la inexistencia de espacios para prácticas deportivas de gran parte de la población. Street Games interviene en el espacio publico mediante la introducción de pequeñas instalaciones deportivas tanto en plazas, medianeras o solares. Se plantea la recuperación de estos espacios para habilitarlos para la practica deportiva otorgándoles un nuevo valor de uso

Y en clave más local y sencilla aún, pero no por ello menos atractiva e interesante, el otro día vimos en Miranda do Douro cómo los más pequeños del pueblo habían preparado carretillos de flores y les habían llevado a la plaza para adornarla y ponerla bonita. No conozco el proyecto, pero parecía tener buena pinta. En el fondo, la idea es similar, ¿no?: recuperar los espacios colectivos, hacerlos nuestros de nuevo, corresponsabilizarnos de su uso y su mantenimiento y sentirnos de nuevo parte de ellos...