martes, 30 de marzo de 2010

Sincerely, Spain

Voy a colgar hoy aquí un video de Matthew Brown, un chaval americano cuyos trabajos me gustan muchísimo y que me inspira para seguir avanzando, aprendiendo y haciendo cosas nuevas. Vamos, que en materia de video, de mayor quiero ser como él, :-)

Ha estado hace unas semanas por estas tierras y ha parido esto:

Sincerely, Spain from Matthew Brown on Vimeo.

viernes, 19 de marzo de 2010

viernes, 12 de marzo de 2010

Sandalias

A propósito, qué ganas tengo de volver a calzar sandalias...










Bueno, oye, y si un día hay que ponerse playeras, pues tampoco pasa nada...

martes, 9 de marzo de 2010

El rollo del buen rollo

Creo que la última entrada no se entendía muy bien, o eso me dicen, así que a ver si consigo explicarme.

El tema viene a cuento de la famosa campaña ‘estosololoarreglaomosentretodos.org’ y del debate generado en torno a ella. Un animoso debate en el que siguen participando…

…por un lado, los del mal rollo de toda la vida, los envenenadores, los ultramontanos, acusando a los promotores y participantes de la campaña de hacerle el juego a zapatero y al gobierno porque según ellos no hay que sacarles las castañas del fuego, que las saquen ellos si pueden, rojosdemierda. Y si se hunden que se hundan. Y si nos hundimos todos por el camino, mejor que mejor, porque ya vendrán Mariano o mejor JoseMari o mejor la Espe a salvarnos cogiditos de la mano de pedrojota, federico y sus secuaces.

…por el otro lado, los enfadaos con el sistema, el capitalismo salvaje, las multinacionales que manejan el cotarro, las macroempresas, la globalización económica, los neocons, los liberales, los brokers, los hedge funds y todos los responsables, según los enfadaos, de la injusticia social, las tremendas desigualdades, la crisis ambiental que está a punto de cargarse el planeta, las guerras por doquier, la pobreza, el hambre y, por supuesto, de la crisis económica actual, el desempleo y las penurias que ello conlleva –una vez más- tan solo a los más desfavorecidos.

Es curioso, porque ambos mundos, separados 180º entre sí en todo, están de acuerdo solo en una cosa que yo sepa. En lo de la campaña. Y en que los de la campaña son unos pendejos, unos canallas y unos buenrollistas que dan asco. ¿Qué es eso de que esto lo arreglamos entre todos? Que lo arregle suputamadre, vienen a decir. Los primeros, los ultramontanos, que lo arregle el gobierno si puede y si no, que se vaya a tomarporculo deunaputavez que ya está bien, que añoramos mucho el poder que para eso siempre lo hemos tenido, usado y abusado de él como nos ha dado la gana. Los segundos, los enfadaos, que lo arreglen los empresarios que promueven la campaña, que para eso han creado ellos el problema y son unos hijosdeputa y son los que han montao la crisis con su avaricia y su especulación sin fin y su abuso de los trabajadores y de toquisqui.

Hasta aquí, nada nuevo. Lo que me interesa hablar aquí es del rollo del buen rollo, y por qué yo me posiciono con la campaña en lugar de la postura mucho más cómoda y más de moda entre los enfadaos de hacerles la contra. Todo ello perteneciendo como pertenezco, ideológica y socioculturalmente, a la tribu de los enfadaos. Y enfadao como estoy con los que creo que hay que estar enfadao, esto es, con los ultramontanos y su calaña y con los avariciosos y la suya.

El tema de fondo creo que tiene que ver con el hecho de estar enfadao y sus consecuencias y el hecho de no estarlo y sus consecuencias. Me enfada que muchos de los enfadaos se dediquen solo a hacerse las víctimas y a enfadarse y a cagarse enlaputamadrequeparió a los que manejan la pasta en lugar de contribuir a generar cambios, a ofrecer alternativas, a buscar soluciones, a ponerlas en práctica. Me enfada que pasen su tiempo sin darse cuenta de que ellos son también parte del problema y que podrían ser parte de la solución si no se cagaran tanto en la putamadrequeparió a los empresarios y a los que manejan la pasta. Me enfada que los enfadaos se envenenen igual que hacen los ultramontanos, porque esto me parece que no conduce a nada más que a envenenarse y a envenenar a otros por el camino. Me enfada que a veces se les olvide a los enfadaos que un sistema requiere a todos sus elementos para funcionar y que su consumo, su hipoteca, su móvil y su coche –y los de su vecino y los de su familia y los de sus colegas- forman parte del tinglao igual que las oficinas del BBVA y del Santander que tuvieron que abrir para atender a todos los clientes que estaban dispuestos a hipotecarse para pagar 40 kilos por una casa que en realidad no los valía. No me enfada, pero me parece curioso que nos resulte tan fácil quejarnos a la vez de la crisis y de lo anterior, sin tener niputaidea de cómo pensamos desmontar todo este carallo sin que por el camino haya de todo menos cosas lindas. Me enfada que ahora la culpa la tengan, según los enfadaos, buenafuente, millás, el langui y cía por contribuir a esta mentira de campaña, ellos que encima están forraos y tal y pascual. Parece que aquí solo tiene derecho a opinar el que no tiene un puto duro, que es el único que sabe, notejode. Me enfada la doble moral de los enfadaos con el dinero igual que me enfada la doble moral de los ultramontanos con casi todo menos el dinero, aunque la de éstos últimos me enfada infinitamente más, por supuesto.

Creo que la campaña está bien montada, que la intención es buena –al menos la de los publicistas y la de los participantes en la mayoría de los videos- y creo que hay que apoyar a la gente en sus mejores intenciones. También creo que esto -¿cuál?- lo arreglamos entre todos o no lo arreglamos y que lo que tenemos que empezar a hablar es qué es lo que queremos arreglar y cómo pensamos hacerlo, en lugar de invertir tanto tiempo y energía en enfadarnos con los hijosdeputa culpables de todo esto. Que lo son, sin lugar a dudas -lo somos todos, ¿no?, por obra u omisión, aunque cada uno en diferente medida- pero repetirlo más veces no nos va ayudar mucho. No estoy nada de acuerdo en la contracampaña queestoloarreglenlosquelojodieron porque no quiero que lo arreglen ellos a su manera y no estoy de acuerdo en que lo que haya que arreglar es esta crisis económica para que todo siga igual que antes del 2008.

Estoyhastalosgüevos del victimismo colectivo de qué mal está todo y qué crisis tan gorda. Pero qué crisis ni qué rehostias, que se den una vuelta por África a ver qué tal va todo por allí, notejode. Creo que los únicos que tienen derecho a hablar de crisis y a lamentarse son los parados que lo están pasando mal o los autónomos que estén jodidos de deudas, porque para los demás esto no es crisis ni ná, es una mentira colectiva en la que nos hemos montado como nos montamos en la mentira colectiva de los cuchitriles a 40 kilos y qué bien estamos y qué ricos somos los españolitos y yo compro un piso y el mes que viene lo vendo cuatro kilos más caro, joder qué listos que somos todos y cómo nos estamos forrando y encima la mitad en negro y que la mierda la limpien los idem, que luego ya les echaremos cuando no nos hagan falta, notejode.

No acabo de entender por qué el buenrollismo está tan jodidamente mal visto y el malrollismo es tan jodidamente enrollao.

Creo que a este país le sobra mal rollo por todos lados –muy especialmente el de los ultramontanos, a ver si se les acaba la cuerda un día de estos- y que no está de más algo de buen rollo y buenrollismo. En la tele, en el bar, en la carnicería, en el supermercado, en los foros, en los blogs, en las gradas y en toaspartes.

Sin por ello faltar a la verdad y a la justicia ni olvidarlas, ojo.

Tiempo hay, de sobra, para todo.


PD: joé qué rollo me he marcao...

jueves, 4 de marzo de 2010

Guais

Somos los guais.

Los malos son ellos. Son el mismo demonio.

Nosotros somos buenos, angelitos encantadores y oprimidos.

Ellos son las grandes empresas, que solo quieren oprimirnos y explotarnos y ahora se han inventado un nuevo truco diabólico para seguir oprimiéndonos y explotándonos.

Ellos tienen la culpa de todo el pastel y nosotros ninguna.

Nosotros somos los guais, los que tenemos las soluciones a este lío, vaya si las tenemos, pero no las ponemos en práctica porque no tenemos cuatro millones de euros para gastar como ellos. Si no, ya iban a ver.

Entretanto nos enfadamos mucho y en nuestro enfado nos damos más cuenta si cabe de lo guais que somos. Y cuanto más nos enfadamos más guais somos. Y el que más se enfada es el más guai.

Nosotros creemos que esto lo arreglamos entre todos y todas, eso sí que es guai.

Pero esto está bien si lo decimos nosotros. Si lo dicen ellos es diabólico, porque lo único que quieren es ganar más y que sigamos comprando y seguir explotándonos y oprimiéndonos.

Nosotros, en cambio, queremos cambiar el mundo. Y tenemos muy claro cómo hacerlo.

Por algo somos ángeles.

Ángeles guais.


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