jueves, 28 de mayo de 2009

Una de Universidad

Hoy toca una de Universidad aquí en el blog. Y ello a propósito de un artículo de Francisco J. Laporta, que ha publicado hoy El País, "Bolonia somos nosotros", en el que retrata el estado actual de nuestras universidades y cómo se están apañando con los cambios que propone el proceso de Bolonia.

El artículo no tiene desperdicio y merece la pena leerlo entero. De todos modos, extraigo aquí algunos párrafos, para que veáis de alguna forma cuál es la tesis del autor...

«Cualquier buena idea puede acabar en un esperpento. (…) Esto es lo que está pasando aquí con el llamado proceso de Bolonia, y los que lo están echando a perder son, en gran medida, los universitarios españoles. En éste, como en tantos otros casos, tampoco cabe trasladar la responsabilidad, porque quien está poniéndolo todo en marcha es parte del profesorado, con un silencio inexplicable, por cierto, de los demás.

(…) Pues bien, el ejercicio de tal autonomía [universitaria] está mostrando no pocas veces un retrato bastante cruel de lo que somos, de lo que son nuestros gremios intelectuales, nuestras ridículas "escuelas" con sus "maestros" y "discípulos", nuestros irrelevantes y mínimos mandarines de ocasión y nuestro irrisorio afán por el "poder" académico.

(…) Lo nuestro es la cáscara, no el interior. Seguirán los viejos métodos. Todo será una ficción orientada a que se vendan más manuales y se den menos clases. Ya estoy viendo a los "maestros" ocupándose de la clase "magistral" de la semana, imponiendo su libro de texto como lectura, y enviando a seminarios y tutorías a ayudantes y becarios para que "tomen la lección". Todo muy activo e innovador.

(…) Que hay una innovación en la ciencia, nada. Que hay un acontecimiento inesperado, nada. Eso queda para la vida, nosotros permaneceremos rígidos en nuestro ataúd universitario programado, sin poder mover los pies, o los cerebros.»

Por lo visto las cosas siguen igual o parecido que hace 20 años. Es demoledor observar cómo las inercias que conllevan la incompetencia, el poder y el clientelismo van socavando poco a poco todo lo que tocan. Y ya se sabe, de estas universidades, aquellos lodos [en este caso futuros]...


La foto, claro, tiene ya sus añitos (no digo cuantos por pudor). Es de las pocas que tengo de aquella época, porque por entonces aún no andábamos con las digitales en el bolsillo (aunque ya había fotos en color, ojo, jeje)... Por lo visto, hay muchas cosas ahí dentro que siguen más o menos igual que cuando les dejamos...

BetterPlace

Creo que ya hemos hablado aquí alguna vez de BetterPlace, una compañía empeñada en hacer viable la introducción del coche eléctrico en nuestras vidas.

Hoy la gente de Ecosistema Urbano recoge un post sobre el tema publicado originalmente por Plataforma Urbana. Y yo recojo el testigo y publico ambos aquí, aprovechando las ventajas que nos ofrece a todos la licencia Creative Commons que compartimos...

Lo hago, claro está, porque el contenido del post me parece relevante e interesante y por si acaso los que caeis por aquí no lo leéis en sus lugares originales...


¿en unos años utilizaremos todos coches eléctricos?

Posted: 27 May 2009 06:45 AM PDT


Este post de Patricio Ponce Arqueros procede del excelente blog http://www.plataformaurbana.cl/. Aprovechamos su licencia creative commons para publicar el post entero:

Uno de los grandes inconvenientes de operar un auto eléctrico, tal como actualmente están concebidos, es la necesidad de enchufarlo cada noche para tener “combustible” con el cual funcionar al día siguiente. Basta un olvido, una falla en el enchufe o llegar a casa tarde para que la carga del día siguiente se nos haga insuficiente. Versus el tiempo en llenar el estanque de gasolina, cargar la batería de un auto eléctrico parece eterno.

Algo como esto debió haber pensado Shai Agassi hace algunos años, quién es el el fundador de la una de las más prometedoras startups de este tiempo: Better Place. Una empresa dedicada a promover los autos eléctricos, pero con un enfoque diferente. Con ella pretende llegar al 2010 con 100.000 autos eléctricos funcionando a través de un innovador concepto.

El gobierno de Israel, Japón, Dinamarca, California, Ontario y Hawai ya están involucrados en el proyecto y se afinan los últimos detalles para empezar a operar comercialmente el sistema.

¿De qué se trata Better Place?

El modelo de auto eléctrico que ha imperado las últimas décadas ha sido básicamente considerarlo como un electrodoméstico más: vas a la tienda, lo compras y lo enchufas en tu hogar, haciéndote cargo de engorrosas conexiones eléctricas y de la obligación de enchufarlo día tras día, noche tras noche para no quedar “en panne”. Por no hablar de la abultada cuenta de electricidad de la que sólo te enterarás a fin de mes.

“Ahora en apenas cinco minutos puedes poner combustible para recorrer 500 o más kilómetros; pero en un coche eléctrico cinco minutos de carga no te llevarán más allá de los 12 kilómetros - y trucos como híbridos con un motor de combustión para aumentar la autonomía no hacen más que encarecer los vehículos.“

El revolucionario enfoque de Better Place ha sido replantear al auto eléctrico desde su condición privada y autosuficiente, a ser parte de una red enorme de distribución de electricidad, en la cual el modelo de negocio deja de ser la venta del auto en sí, pasando a ser la venta de la energía para estos autos el verdadero negocio que impulsa al resto del sistema.

La venta de energía se materializa a través enchufes o plugs en hogares y estacionamientos públicos, pero estructuralmente depende del intercambio de baterías de los automóviles en estaciones de servicio similares a las actuales, donde se le extrae la batería baja en carga a cada vehículo y se le coloca una a plena capacidad.

En este esquema la batería no es de propiedad del dueño del vehículo, sino que es administrada por un ERGO: Operador de red de recarga (Electric Recharge Grid Operator) quién se encarga de proveer de estaciones de servicio, del sistema de recambio y de mantener un stock de baterías cargadas en todo momento. Muy similar a la idea del gas a domicilio: se cobra por el gas, no por el “balón”.

Este sistema se aprovecha del problema del almacenamiento de la electricidad, generando “granjas almacenadoras de energía” en cada estación de servicio, las cuales operan en momentos de sobregeneración. Recordemos que la energía que producen las centrales eléctricas debe ser monitoreada en tiempo real para que la energía generada sea equivalente a la que se consume, evitando pérdidas y un alza de voltaje.

Esta sobregeneración de energía es común en el caso de la energía eólica, llegando a niveles en que se han generado por horas el equivalente a 3 centrales nucleares, tal como este caso en España. Estos peaks de energía no hay como almacenarlos, por lo que en casos como el español esta electricidad se pierde, con un costo monetario altísmo: sólo en ese episodio se perdieron casi US$300.000.

Para estos casos los autos eléctricos junto a las centrales hidroeléctricas reversibles asoman como las mejores alternativas para que esta energía no se pierda, del mismo modo el esquema de negocios planteado por Shai Agassi formula que estas estaciones de recarga y recambio de baterías debieran operar sólo a través de energías limpias como la solar o eólica.

Según las cifras que publica VeoVerde en este artículo, el aumento en los requerimientos de energía para un país al abastecer a todo su parque automotor por medio de este sistema, no debiese superar el 7%.

Es más, se plantea que el sistema debiese poder funcionar sólo con los excedentes de energía en horas no punta, asegurando una alta eficiencia en la generación y distribución de electricidad.

El costo para el usuario final incluso debiera se menor, ya que según las cifras que señala Better Place, un conductor norteamericano promedio gasta 3.000 dólares al año en combustible, cifra que con este sistema se debiese reducir a sólo 1.000.

Más información:

Entrevista a Shai Agassi en WIRED
www.betterplace.com/

lunes, 25 de mayo de 2009

Pepe Gotera y Otilio...

Hacia el final de su libro ‘Gente que no quiere viajar a Marte’ –un libro que, por cierto, me parece bastante inspirador y pertinente para los tiempos que vivimos-, Jorge Riechmann aboga por una ética de la imperfección. Esto es, una ética –y una antropología y una política y una ciencia- que asuman de una vez por todas que los humanos no somos perfectos. Que no somos dioses ni semidioses ni nada que se le parezca. Que nos equivocamos. Y mucho. A veces por error y a veces por inconsciencia o por ignorancia o incluso a sabiendas. O por lo que sea. Y que por muy sólidos y consistentes que sean los análisis de riesgos y los sistemas de control y los métodos de vigilancia y las evaluaciones de calidad, es muy posible que algo falle. Porque somos unos chapuzas, vaya.

Y lo que el autor viene a decir es que esto es lo que hay. Que no es malo en sí mismo. Incluso al contrario: es parte de nuestra condición fronteriza, como él la llama. Simplemente hay que saberlo, reconocerlo, aceptarlo e incluirlo como una variable más dentro de las expectativas y de los planes que nos vamos haciendo, los individuales y los colectivos.

¿Que los sistemas para el control de la gripe A son rigurosísimos? De acuerdo, pero siempre habrá alguien que se los salte, así que cuidado. ¿Que el manifiesto iba a salir publicado el 23 y así estaba anunciado y requeteanunciado? Pues es verdad, pero quizá sea el 27. No pasa nada ni hay que armar la marimorena (jeje, no lo digo por ti, nacho), simplemente somos así. Y uno de los retos que tenemos por delante es asumir y aceptar nuestra imperfección personal y colectiva.

Aceptar esto es importante quizá para no enfadarnos tanto los unos con los otros. Pero cuando deviene realmente esencial es cuando nos ponemos a jugar con fuego. Porque en esos casos es conveniente acordarse de que, en realidad, somos bastante chapuzas… Así que jugar con fuego, lo justo. ¿No?

Y todo ello viene a cuento de algunos experimentos humanos, de esos en los que nos creemos casi dioses y en los que teóricamente "está todo controlado", como cuando jugamos con la energía nuclear o con los organismos genéticamente modificados, por ejemplo.

domingo, 24 de mayo de 2009

Edithia I


En cada esquina, sentado, hay un hombre perplejo.
En cada rincón una mujer asombrada, un árbol y un archivador.
En cada rotonda se entrecruzan los cables
que iluminan, de noche, la verbena en la plaza.
En la salida hay una entrada. En aquel hueco, una matriz.
Desde la ventana, como a lo lejos, se escucha un trombón
mientras ella sonríe atónita, relajada.

martes, 19 de mayo de 2009

Otra escuela es posible


La Red IRES ha elaborado un manifiesto sobre la situación de la educación formal en España. Se titula 'No es Verdad' y trata de desmentir algunos de los tópicos que se vienen manejando en los medios y entre la gente durante los últimos años. Saldrá publicado el sábado en El País y podéis leerlo íntegramente en su web -y apoyarlo si queréis-.

Estos son algunos de los titulares clave que se desarrollan y describen con mucho mayor detalle en el documento:

No es verdad que en la escuela española actual predomine un modelo de enseñanza diferente al tradicional
[la cultura escolar dominante en España sigue basándose en la transmisión directa de contenidos inconexos y, no pocas veces, desfasados e irrelevantes, en el aprendizaje mecánico y repetitivo, en la evaluación selectiva y sancionadora y en la prolongación de la jornada escolar de los menores con abundantes deberes y tareas]

No es verdad que en la escuela española hayan bajado los niveles de exigencia
[Los estudiantes fracasan, precisamente, porque el modelo de enseñanza transmisivo y tradicional, y no otro, no provoca en ellos un aprendizaje duradero y de calidad]

No es verdad que los alumnos y alumnas de ahora sean peores que los de antes
[Son diferentes, pero no peores. Los niños, niñas y jóvenes de hoy, y los de antes, son el producto de la sociedad en la que viven. Juzgarlos negativamente como colectivo es un ejercicio simplista y una forma de ocultar la responsabilidad de la sociedad adulta]

No es verdad que los docentes españoles tengan un exceso de formación pedagógica y un déficit de formación en contenidos
[Es necesaria una profunda y urgente reforma de la formación inicial del profesorado que asuma, por fin, que para enseñar no basta con saber el contenido]

La escuela y la universidad necesitan un cambio
[El cambio que proponemos no puede venir de la mano del modelo tradicional, como reclaman algunos, ignorando que dicho modelo es el responsable del fracaso actual. El cambio ha de venir de la recuperación y actualización de aquellas ideas y experiencias que han demostrado su capacidad transformadora]

Otra escuela es necesaria, ya existe y es posible.

jueves, 14 de mayo de 2009

Wilson's 13|05|09

Para desengrasar un poco de tanto petróleo, qué mejor que un poco de música.

He montado un video con imágenes grabadas ayer aquí en Valladolid, en plena fiesta patronal. Las imágenes fijas del video son de una exposición de Robert Wilson que se llama Voom Portraits. Estará por aquí -en varios espacios- hasta el 31 de mayo, por si queréis verla.

La música es mi tema preferido de hoy: 'Lascia ch'io pianga', un aria de la ópera Rinaldo, de Händel, cantada aquí por Cecilia Bartoli.

A ver si os gusta...

lunes, 11 de mayo de 2009

Transición


Hoy ha estado Richard Heinberg en Valladolid. Él es uno de los expertos mundiales en el cénit o pico o declive del petróleo (Peak Oil en inglés). En términos sencillos, la tesis es que las reservas mundiales de combustibles fósiles han comenzado ya a declinar: el pico de consumo global se habría producido en julio de 2008 y ya nunca va a consumirse tanto petróleo como en ese momento, simplemente porque las reservas comienzan a agotarse y los frágiles equilibrios de oferta y demanda –o costes de extracción frente a costes de mercado- provocan un descenso progresivo en la disponibilidad y el consumo de este recurso.

Según los expertos en este tema, se está abriendo un nuevo periodo de la historia de la humanidad nuevo, en el que el modelo económico basado en la fuerte dependencia de este tipo de energía va a tener que ser sustituido por otro totalmente distinto. Los expertos en el declive del petróleo predicen que la curva de caída en el uso de este recurso va a ser más rápida de lo que creemos, debido a que esos complejos equilibrios entre la oferta y la demanda llevarán a incrementar los precios hasta niveles insostenibles para algunos de los usos actuales. Bueno, quizá no me estoy explicando muy bien, pero hay mucha literatura en la web sobre el tema. Si os interesa podéis consultar este artículo de la wikipedia, sin ir más lejos, que lo explica bastante bien.

La tesis de Heinberg es que el cambio de modelo se va a producir inevitablemente y en muy poco tiempo -a lo sumo décadas-. Y ello va a generar fuertes tensiones, ya que todo nuestro sistema económico está montado desde hace siglos alrededor de los combustibles fósiles. Incluida la extracción de muchos recursos e incluida también la producción de alimentos. De modo que su propuesta es procurar que la transición sea lo menos dura y caótica posible, para lo cuál es mejor ir preparándose antes de que nos pille el toro, incrementando radicalmente la flexibilidad de todos los sistemas y subsistemas y haciéndolos menos dependientes del petróleo y del consumo energético en general.

Ésta es su propuesta y también la de mucha gente que está trabajando ya en lo que se conoce como movimiento de transición (o Transition Movement), que en el Reino Unido ya está comenzando a ser importante y que ha aterrizado con fuerza en los EE.UU. Ya hay grupos, colectivos y localidades (hasta 40 municipios en el Reino Unido) que se han apuntado a la idea de transición y que están trabajando colectivamente en esa dirección. Su objetivo fundamental: fundar comunidades libres de combustibles fósiles.

Si queréis saber más sobre transición, un tema que va a dar bastante que hablar, consultad la web. Hay información interesante, aunque mucha de ella en inglés, en estos sitios: Red de Transición, Transition Towns, TransitionUS, Transition Town Brixton, PostCarbon.org.

En cuanto a mi opinión -lo medio hablaba esta mañana con Carlos y Pedro-, creo que es una nueva forma de enfocar el mismo tema de siempre: la necesidad de un cambio con mayúsculas, llamémosle sostenibilidad, llamémosle decrecimiento, llamémosle transición. Las miradas difieren en parte y la visión puede ser más o menos atractiva o motivadora según los casos, pero el horizonte creo que coincide. Si el concepto de transición y la energía que despierta en la gente es útil para generar cambios, bienvenido sea, por supuesto. Nos apuntaremos encantados.

He encargado el libro de Rob Hopkins para saber más, pero por lo que he visto hasta ahora en la web, la idea parece estar provocando bastante pasión, alegría y entusiasmo. Como es un reto colectivo, claro y evidente, que implica además intensidad –en el sentido que comentábamos en la entrada anterior- , parece que está ayudando a materializar la visión de que hay alternativas posibles y de que, además, pueden incluso hacernos más felices de lo que somos con el sistema actual –aunque también implique renuncias, por supuesto-.

Toda esa energía colectiva es un privilegio y un lujo –eso ya lo hemos comentado aquí varias veces- y creo que es precisamente algo que hace mucha falta en estos tiempos de incertidumbre, individualismo y tedio. Así que quizá merece la pena estar atentos...

Desde otra mirada –lo medio hablaba esta mañana con Pedro-, me parece dudoso que el sistema nos deje cambiar de sistema. Creo que inventaremos nuevas formas y parches para seguir manteniendo el modelo de crecimiento actual, aunque haya crisis periódicas y sean tan gordas como ésta. Creo que buscaremos formas de suplir la carencia de combustibles fósiles con otras formas de energía que permitan al sistema seguir creciendo exponencialmente hasta que esto pete del todo. Creo que no vamos a ser capaces de generar los cambios que hacen falta para que esto cambie. Al menos mientras esto no pete del todo. Pero esto no lo pienso en realidad. O al menos no debo pensarlo.

Desde otra mirada –lo medio hablaba esta mañana con Pedro- veo que cada día es mayor el número de gente que se plantea cosas, que busca soluciones, que procura alternativas. Veo que el difuso tejido de propuestas, ideas, acciones y personas involucradas en algún tipo de cambio es mayor. Veo que la voluntad de cambio se incorpora cada día a más agendas. Y que se trabaja más y que se sabe más. La ‘bendita inquietud’ de Paul Hawkwn, de la que hablaba hace tiempo aquí mismo en el blog, se extiende y se expande. Para mí eso es indudable. Y lo hace en miles de dimensiones a la vez: en lo local y en lo global; en los hogares, en grupos, en pequeñas comunidades y en grandes foros internacionales. En el ámbito ambiental, en el social, en el educativo, en el de la salud, en el del arte y en mil sitios más. Y en muchos de ellos entremezclados… Basta con echar un vistazo alrededor para verlo. Quizá es poca gente, sí, pero esos poquitos son millones.

Decía Richard Heinberg esta mañana que estaba convencido de que mantener un estado de optimismo realista es una de las claves de nuestra supervivencia. Yo soy optimista casi todo el rato. Y en todos esos momentos estoy seguro de que, poco a poco, iremos encontrando entre todos la salida de este laberinto. Eso sí, con paciencia, esfuerzo y algunos palos.

Por cierto, también decía Heinberg que una de las mejores cosas que se podían hacer en este momento es cultivar un huerto. Así que ya sabéis… Javi, Mara, Pepa, Yolanda, Juan, Marieta, Santiago, Carlos, Concha,… ¡¡Caña con esas lechugas!!

domingo, 10 de mayo de 2009

Intensidad


«Lo que necesita el mundo, o mejor dicho, lo que precisa nuestra civilización, no es expansión ni crecimiento: es intensidad. El vínculo entre la intensidad y la autocontención podemos expresarlo con palabras del poeta Juan Ramón Jiménez: "La intensidad expresa mejor la fuerza de lo poético; lo intenso no es hacia arriba ni hacia abajo, ni hacia la derecha, ni hacia la izquierda, lo es en sí mismo y no se pierde más que en sí mismo y nunca se acaba; es pues lo más ilimitado de un límite hacia dentro de uno mismo."
Jorge Riechmann, en 'Gente que no quiere viajar a Marte'

jueves, 7 de mayo de 2009

Sobre dar ejemplo...


«En situaciones de incertidumbre tendemos a hacer como los demás. De ahí el poder de los buenos ejemplos, tanto para reforzar la posibilidad de disentir frente a la mayoría como para estimular actitudes y conductas deseables (...) Las minorías conscientes habrían de proponerse indesmayablemente ser ejemplares, y no dejarse arredrar por las consabidas observaciones de "lo que hacéis tiene sólo un valor testimonial": precisamente las actitudes y conductas testimoniales en el buen sentido de la palabra tienen una eficacia enorme para el cambio social».
Jorge Riechmann


¿LLevará razón?

Jamie Oliver

Es un genio.

Otra de educación


Ayer estuve en una charla que dieron Elisa y Miguel Ángel, dos profes de los imprescindibles, sobre el éxito y el fracaso escolar. Llenaron de buenos argumentos la idea, por lo demás bastante incontestable, de que el fracaso escolar es un fracaso –sobre todo- del sistema educativo. El fracaso de un sistema segregador, anquilosado, competitivo, anacrónico en muchos aspectos, centrado en la adquisición de conocimientos a menudo obsoletos… Un sistema que teóricamente persigue la excelencia, pero una excelencia -en mi opinión- que hace tiempo que no es válida, basada en la uniformización, en generar individuos supuestamente productivos y no personas felices, en aceptar lo que se ofrece sin rechistar, en el conocimiento impartido de arriba a abajo y en la memorización de ingentes cantidades de conceptos impuestos desde fuera, servidos en compartimentos estancos, sin relacionarlos entre sí ni con el mundo ni con la vida. Una escuela que, en muchos aspectos –y esta parte del diagnóstico creo que es coincidente con otros muchos ámbitos- ha perdido el sentido.

Me gustó también el análisis que hicieron sobre las diferencias entre la vida como hijo/a y como estudiante… Cómo al entrar en la escuela desde la calle (especialmente en Secundaria) cambian completamente los roles, el estilo de comunicación, el tipo de información, el tipo de actividades que se realizan,… Y claro, se establece una fractura difícil de salvar. Para entenderlo mejor, podéis consultar algunas de sus reflexiones en la web del Concejo Educativo, donde está colgado el documento sobre éxito y fracaso escolar que recoge muchas de las ideas que se comentaron ayer.

En mi opinión, cada día es mayor la distancia que existe entre la escuela y la vida real. No estoy seguro qué es lo que está bien en la vida real y qué no, ni hacia dónde van a ir ciertas tendencias y esbozos que veo en muchos lados, porque la complejidad de la realidad es tan grande que es difícil hacerse una idea clara de lo que puede pasar pasado mañana...

Pero me parece claro que, mientras la escuela siga siendo una isla sometida a fuertes inercias y presiones desde un "sistema" que no reflexiona sobre lo que quiere ni por qué, el asunto -me temo- no va a funcionar. Y es que los chicos/as estarán tan perdidos o más que nosotros, pero –en mi opinión- no tienen un pelo de tontos.

Ya es un lugar común hablar del desinterés de los alumnos de Secundaria, de su desmotivación, del bajo nivel, del fracaso escolar, e incluso de problemas más graves… Yo estoy convencido de que las soluciones a este laberinto pasan por cambiar profundamente la cultura docente y convertir progresivamente las aulas en espacios de reflexión y debate, de aprendizaje colectivo, de investigación, de colaboración, de relación, de participación y acción. Sé que es muy fácil decirlo desde fuera (sin ser profesor ni padre) y probablemente muy difícil hacerlo, pero Elisa y Miguel Ángel lo llevan haciendo muchos años y creo que sienten que, incluso en un marco nada propicio como es el actual, tienen cierto margen para ello…

Creo que el cambio que hace falta requiere también que vayamos cambiando colectivamente de héroes y modelos a seguir. Creo que va siendo hora de explicitar y poner realmente en valor todo el esfuerzo de las personas que, como ellos, llevan mucho tiempo luchando contra viento y marea, currándoselo, intentando mejorar cada día, reflexionando sobre lo que hacen y poniéndolo en común con otros, contribuyendo a que la llama siga viva y a que no nos dejemos engullir por el sinsentido… No sé si sus alumnos se lo agradecerán suficientemente o no pero, por si acaso, ya lo hago yo en nombre de ellas y ellos.

¡Gracias!

lunes, 4 de mayo de 2009

De gripes y criaderos industriales


Aunque parece que nos lo quieren vender así, estos nuevos virus de gripe aviar y porcina no aparecen de la nada ni surgen por arte de magia ni aparecen cíclicamente porque tiene que ser así.

Son -una vez más- el resultado de la cría industrial de animales en condiciones lamentables de vida, higiene y alimentación.

Son una consecuencia más de la avaricia humana y de los intolerables excesos de un sistema en el que los beneficios económicos se colocan por encima de todo.

Es tremendo -pero muy aconsejable- leer este artículo publicado en la web de GRAIN. Así que hacedlo -si queréis- en cuanto tengáis un rato...

Y a propósito de todo ello, Avaaz está lanzando una campaña global para denunciar ante la OMS este tipo de prácticas y solicitando una investigación exhaustiva sobre los criaderos industriales y las condiciones lamentables en que viven estos animales. Para saber más y apoyar la campaña, puedes pinchar aquí.

Necesitamos de los niños para salvar nuestros colegios


El sábado me reí mucho con Laima, analizando juntos el gigantesco absurdo de algunos de los contenidos que la obligan a memorizar en clase. Parece mentira que un maestro o maestra adultos y todo un sistema educativo no tengan capacidad de darse cuenta de lo que percibe claramente un niño de 11 años.

Así que hoy daremos un homenaje a todos esos niños y niñas sufridores de nuestra estupidez e inercia colectivas. Y para no hacerlo solo, lo voy a hacer con Francesco Tonnucci y algunas ideas suyas con las que no puedo estar más de acuerdo:

«La escuela propone conocimientos inútiles que nada tienen que ver con el mundo que rodea al niño. Y con razón éstos se aburren.»

«La misión principal de la escuela ya no es enseñar cosas.»

«No hay que considerar a los adultos como propietarios de la verdad que anuncian desde una tarima.»

«Necesitamos de los niños para salvar nuestros colegios.»

«Los maestros deben aprender a escuchar lo que dicen los niños; basarse en el conocimiento que ellos traen de sus experiencias infantiles para empezar a dar clase.»

«El rol de un maestro debería ser el de un facilitador, un adulto que escuche y proponga métodos y experiencias interesantes de aprendizaje.»

«¡Que se acaben los deberes! Que la escuela sepa que no tiene el derecho de ocupar toda la vida de los niños.»



Si queréis leer la entrevista completa de la que he extraído estas frases, pinchad aquí.