lunes, 17 de diciembre de 2007

La línea mágica de Nacho y Cortázar

El viernes me envió Nacho, desde Edimburgo, esta pequeña historia que os adjunto más abajo... Aparte de los piropos a todocambia (que ya sabe que le agradezco enormemente), la historia me parece inspiradora y mucho más que cierta: la vida está cuajada de líneas mágicas que se entrecruzan y nos cruzan. A veces tan solo nos rozan y otras nos tocan de lleno. Simplemente hay que estar un pelín alerta para verlas pasar o para pillarlas al vuelo...

«Pues contó Cortázar, en una entrevista del programa A Fondo de TVE, allá por finales de los setenta, cuando se hacían programas de entrevistas a escritores que duraban hora y media, que él tenía en su despacho este mueble estantería que le parecía horroroso. Para disimular la fealdad insultante del mueble (los escritores se pasan mucho tiempo mirando a las paredes y no conviene que nada les ofenda la mirada) fue, poco a poco, cubriéndolo con postales de lugares que había visitado, fotos de músicos de jazz (su gran pasión), reproducciones de cuadros que le gustaban, fotos de familiares, etc.

El caso es que un día descubrió una grietecilla en la pared (ya se sabe que los escritores pasan mucho tiempo mirando a las paredes) justo encima de la estantería. La cosa se habría quedado ahí de no haber sido porque el que miraba era Cortázar (eso no lo dijo él, que era un tipo modesto, sino yo, que soy un admirador fanático) Para cualquier observador mundano la grieta no habría sido más que eso, una grieta, pero para el gran argentino, la grieta de pronto era una línea que se continuaba por el lomo de un libro en la balda superior de la estantería. Alucinado, Cortázar descubrió que la línea descendía por el costado de una columna del Partenón, luego viraba a la derecha siguiendo el contorno de la trompeta de Charlie Parker y se dejaba caer por la nariz respingona del perfil del retrato de una mujer. Así, atravesando fotos, cuadros y libros, la línea mágica de Cortázar descendía toda la altura de la estantería y llegaba hasta el suelo.

Cortázar utilizó esa anécdota para ilustrar su percepción de cómo lo extraordinario, lo misterioso, se infiltra en lo cotidiano, cómo siempre hay más de lo que vemos delante de nuestros ojos. Esa anécdota fue la que inspiró uno de los relatos de sus “Historias de Cronopios y de Famas”, titulado “Las líneas de la mano”, que me dejó babeando de envidia y con unas ganas mortales de ser escritor cuando tenía quince años. Así que me encantó descubrir retazos de esa línea en todocambia y recordar que la magia está ahí, a la vuelta de la esquina.»


Por cierto, Nacho ya es escritor. Por el momento y mientras se decide a hacer públicas más cosas (o alguien a publicárselas), podéis seguir lo que escribe en su recién inaugurado blog: Entre Dos Puentes

¡Un abrazo a tutti!

lunes, 10 de diciembre de 2007

Un pequeño regalo de Granada

Este puente de diciembre hemos estado en Granada. Desde allí os traemos este pequeño regalo. Es Nicolás Pirillo tocando el Hang en los jardines que rodean la Alhambra...



Según nos contó Nicolás, el Hang (se pronuncia Hong y también se le llama Hang Drum) es un nuevo instrumento, creado por una pareja de suizos tras 20 años de experimentación. Es muy difícil de conseguir, ya que solo lo fabrican ellos mismos con sus propias manos. Para conseguir uno es necesario contactar directamente por vía postal, tras lo cual te dan una cita para ir a buscarlo personalmente, teniendo en cuenta que la lista de espera actual es de tres años. Podéis saber más sobre el instrumento pinchando aquí.

El sonido, como quizá podréis apreciar pese a la mala calidad del video, es una pasada total.

Nicolás ha grabado un disco con una compañía belga (Agua Productions) y el acompañamiento de otros instrumentos (flauta, bouzouki, guitarra acústica, udu, cajón, piano, bajo, bendir, guitarra de 12 cuerdas, trompeta y voz). Quizá podéis pedirlo, si os atrae, poniéndoos en contacto con ellos en aguaproductions[at]skynet.be

:)