
Me ocurre algo curioso. Cuando escucho o leo a alguien que sabe mucho de un tema en particular, lo que cuenta me parece que no solo es útil para su disciplina concreta, sino para muchos otros aspectos de la vida.
Uno de los casos es Peter Brook, un hombre de teatro. Y para que entendáis lo que quiero decir, os transcribo aquí un par de ideas suyas que están recogidas en el libro «más allá del espacio vacío»:
«Estoy convencido de que estamos aquí para recibir influencias. Constantemente, los demás influyen sobre nosotros y, en su debido momento, nosotros influimos sobre los demás. Por esta razón, en mi opinión, no hay nada peor que asignarnos una “marca de fábrica”, que adquirir una marcada fisonomía, que nos reconozcan por determinadas características. Al pintor se lo reconoce por su particular estilo, y esto se convierte en su prisión. No puede asimilar ningún trabajo ajeno sin perder identidad. En el teatro, esto no tiene sentido. Trabajamos en un campo que debe ser de libre intercambio.»
«Lo que no está, lo que no existe de manera latente, no puede ser hallado»
mencanta pedro brook
ResponderEliminarmercibocú. charo
no me gustan las etiquetas nos limitan y nos crean prejuicios sin considerar que todo y tod@s cambiamos;aquí un poema PEDRO SALINAS que recordé cuando lei esta entrada
ResponderEliminarMiedo. De ti. Quererte
es el más alto riesgo.
Múltiples, tú y tu vida.
Te tengo, a la de hoy
ya la conozco, entro
por laberintos, fáciles
gracias a ti, a tu mano.
Y míos, ahora, sí.
Pero tú eres
tu propio más allá,
como la luz y el mundo:
días, noches, estíos,
inviernos sucediéndose.
Fatalmente, te mudas
sin dejar de ser tú,
en tu propia mudanza,
con la fidelidad
constante del cambiar.