Matthew Brown, uno de mis videocreadores preferido y permanente fuente de inspiración, sigue haciendo cosas preciosas y llenas de vida... Éste es un avance previo de un trabajo que ha hecho en Italia, en Basilicata.
Cada vez que veo algo suyo, me entran ganas de grabar y editar como un loco. Pero también me invade esa sensación de pequeñez e impotencia que produce lo inalcanzable, claro, jejeje.
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