lunes, 11 de mayo de 2009

Transición


Hoy ha estado Richard Heinberg en Valladolid. Él es uno de los expertos mundiales en el cénit o pico o declive del petróleo (Peak Oil en inglés). En términos sencillos, la tesis es que las reservas mundiales de combustibles fósiles han comenzado ya a declinar: el pico de consumo global se habría producido en julio de 2008 y ya nunca va a consumirse tanto petróleo como en ese momento, simplemente porque las reservas comienzan a agotarse y los frágiles equilibrios de oferta y demanda –o costes de extracción frente a costes de mercado- provocan un descenso progresivo en la disponibilidad y el consumo de este recurso.

Según los expertos en este tema, se está abriendo un nuevo periodo de la historia de la humanidad nuevo, en el que el modelo económico basado en la fuerte dependencia de este tipo de energía va a tener que ser sustituido por otro totalmente distinto. Los expertos en el declive del petróleo predicen que la curva de caída en el uso de este recurso va a ser más rápida de lo que creemos, debido a que esos complejos equilibrios entre la oferta y la demanda llevarán a incrementar los precios hasta niveles insostenibles para algunos de los usos actuales. Bueno, quizá no me estoy explicando muy bien, pero hay mucha literatura en la web sobre el tema. Si os interesa podéis consultar este artículo de la wikipedia, sin ir más lejos, que lo explica bastante bien.

La tesis de Heinberg es que el cambio de modelo se va a producir inevitablemente y en muy poco tiempo -a lo sumo décadas-. Y ello va a generar fuertes tensiones, ya que todo nuestro sistema económico está montado desde hace siglos alrededor de los combustibles fósiles. Incluida la extracción de muchos recursos e incluida también la producción de alimentos. De modo que su propuesta es procurar que la transición sea lo menos dura y caótica posible, para lo cuál es mejor ir preparándose antes de que nos pille el toro, incrementando radicalmente la flexibilidad de todos los sistemas y subsistemas y haciéndolos menos dependientes del petróleo y del consumo energético en general.

Ésta es su propuesta y también la de mucha gente que está trabajando ya en lo que se conoce como movimiento de transición (o Transition Movement), que en el Reino Unido ya está comenzando a ser importante y que ha aterrizado con fuerza en los EE.UU. Ya hay grupos, colectivos y localidades (hasta 40 municipios en el Reino Unido) que se han apuntado a la idea de transición y que están trabajando colectivamente en esa dirección. Su objetivo fundamental: fundar comunidades libres de combustibles fósiles.

Si queréis saber más sobre transición, un tema que va a dar bastante que hablar, consultad la web. Hay información interesante, aunque mucha de ella en inglés, en estos sitios: Red de Transición, Transition Towns, TransitionUS, Transition Town Brixton, PostCarbon.org.

En cuanto a mi opinión -lo medio hablaba esta mañana con Carlos y Pedro-, creo que es una nueva forma de enfocar el mismo tema de siempre: la necesidad de un cambio con mayúsculas, llamémosle sostenibilidad, llamémosle decrecimiento, llamémosle transición. Las miradas difieren en parte y la visión puede ser más o menos atractiva o motivadora según los casos, pero el horizonte creo que coincide. Si el concepto de transición y la energía que despierta en la gente es útil para generar cambios, bienvenido sea, por supuesto. Nos apuntaremos encantados.

He encargado el libro de Rob Hopkins para saber más, pero por lo que he visto hasta ahora en la web, la idea parece estar provocando bastante pasión, alegría y entusiasmo. Como es un reto colectivo, claro y evidente, que implica además intensidad –en el sentido que comentábamos en la entrada anterior- , parece que está ayudando a materializar la visión de que hay alternativas posibles y de que, además, pueden incluso hacernos más felices de lo que somos con el sistema actual –aunque también implique renuncias, por supuesto-.

Toda esa energía colectiva es un privilegio y un lujo –eso ya lo hemos comentado aquí varias veces- y creo que es precisamente algo que hace mucha falta en estos tiempos de incertidumbre, individualismo y tedio. Así que quizá merece la pena estar atentos...

Desde otra mirada –lo medio hablaba esta mañana con Pedro-, me parece dudoso que el sistema nos deje cambiar de sistema. Creo que inventaremos nuevas formas y parches para seguir manteniendo el modelo de crecimiento actual, aunque haya crisis periódicas y sean tan gordas como ésta. Creo que buscaremos formas de suplir la carencia de combustibles fósiles con otras formas de energía que permitan al sistema seguir creciendo exponencialmente hasta que esto pete del todo. Creo que no vamos a ser capaces de generar los cambios que hacen falta para que esto cambie. Al menos mientras esto no pete del todo. Pero esto no lo pienso en realidad. O al menos no debo pensarlo.

Desde otra mirada –lo medio hablaba esta mañana con Pedro- veo que cada día es mayor el número de gente que se plantea cosas, que busca soluciones, que procura alternativas. Veo que el difuso tejido de propuestas, ideas, acciones y personas involucradas en algún tipo de cambio es mayor. Veo que la voluntad de cambio se incorpora cada día a más agendas. Y que se trabaja más y que se sabe más. La ‘bendita inquietud’ de Paul Hawkwn, de la que hablaba hace tiempo aquí mismo en el blog, se extiende y se expande. Para mí eso es indudable. Y lo hace en miles de dimensiones a la vez: en lo local y en lo global; en los hogares, en grupos, en pequeñas comunidades y en grandes foros internacionales. En el ámbito ambiental, en el social, en el educativo, en el de la salud, en el del arte y en mil sitios más. Y en muchos de ellos entremezclados… Basta con echar un vistazo alrededor para verlo. Quizá es poca gente, sí, pero esos poquitos son millones.

Decía Richard Heinberg esta mañana que estaba convencido de que mantener un estado de optimismo realista es una de las claves de nuestra supervivencia. Yo soy optimista casi todo el rato. Y en todos esos momentos estoy seguro de que, poco a poco, iremos encontrando entre todos la salida de este laberinto. Eso sí, con paciencia, esfuerzo y algunos palos.

Por cierto, también decía Heinberg que una de las mejores cosas que se podían hacer en este momento es cultivar un huerto. Así que ya sabéis… Javi, Mara, Pepa, Yolanda, Juan, Marieta, Santiago, Carlos, Concha,… ¡¡Caña con esas lechugas!!

3 comentarios:

  1. "Instrúyanse, porque necesitaremos toda nuestra inteligencia...

    Conmuévanse, porque necesitaremos todo nuestro entusiasmo..

    y Organícense, porque necesitaremos de toda nuestra fuerza"

    (A.Gramsci

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  2. todo loque hacemos es marear perdices, para satisfacer vanidades, egos, acumular experiencias, conocimientos, coleccionar los más nimios de los bienes, los más de las estúpidos dogmas, El problema no está en la estructura del sistema, está en la superestructura que se ha instalado para no salir en lo más profundo de nuestros cerebros, pensamientos, deseos, anhelos, emociones, que nos hace perseguir lo que por naturaleza, clase social, o lo que sea no somos y perseguimos la felicidad en ofertas que el sistema nos ofrece unicamente porque hay intenciones de plusvalíadetrás de quien las promueve. Y esto necesita avaricia, hedonismo, manoinvisible, o algo llameémoslo como lo llamemos, que gasta energía y genera lo que llaman riqueza preparada para satisfacer recirculando hasta el infinito las plusvalías generadas. TODO ES MENTIRA. Vaciamos nuestras mentes para sentirnos tan útiles como mi abuela Norberta, cuando rezaba su rosario diario., pero nada sirve de nada. La vida de un humano como yo es corta. La vida de La Tierra batantye larga, y puede que3 de nuestra mierda floresca a partir de cualquier bicho otras especies que se hagan inteligentes que estudien nuestra basura. Y que la caguen igual que nosotr@s. La felecidad no existe, solo existe la alegría y uno se siente alegre cuando da de lo que necesita, no de lo que le sobra, cuando renuncia a lo que no necesita, a las necesidades impuestas de ser, de tener, de hacer, lo que no necesitramos para estar contentos. Luego resulta, que cuando pasas unas cuantas horas alegre y contento, eres bastante feliz, y que cuando pasas unos cuantos dias alegre y contento te sientes bien. No necesitanmos relojes, ni semanas, ni meses ni calendarios, ni fines de semana, ni puentes, ni vacaciones, ni nada, el ocio tal como hoy lo conocemos es el sistema con piel de cordero. Quién tiene los cojones suficientes para mandar a tomar porculo a todo lo que nos aliena, a lo que nos hace infeliz, que no es otra cosa que cualquier que se puede comprrar, tener, saber, viajar, pero que pertenece por la más simple noción de ecología al nivel de superpredadores, allguien se imagina quwe en la sabana africana, de repente todos los nús, gacelas, cebras y demás de repente se convirtieran en carnivoros y quisieraN VIVIR COMO los reyes de la selva?

    Pastemos como ovejas y apagemos todos los enchufes, persigamos el pasto en la simpleza, y olvídemonosde lucubraciones mientras en lo que yo tardo en escribir esto todo ha ido a peor.

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  3. optimismo y pesimismo....igual la manera es un equilibrio de ambas
    parafraseando a Lennon "give transition a chance"

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