jueves, 30 de abril de 2009

Sostenibilidad al diccionario


Bien, pues parece ser que la palabra 'sostenibilidad' no está incluida en el diccionario de la RAE. Casi mejor, por otro lado, porque para las definiciones que se encuentran ahí, es casi mejor que no esté...

El caso es que se ha lanzado una plataforma en internet para que esta palabra se incluya en el diccionario y, de paso, se invita a todo el mundo a aportar las definiciones que deseen, incluyendo obras gráficas y expresiones artísticas que contribuyan a que la palabra adquiera su pleno sentido.

La cosa no está del todo mal. Las palabras contienen un potencial infinito y, al mismo tiempo, tienen un gran riesgo de ser prostituidas, como decía Santiago. Y la sostenibilidad es una palabra complicada, un concepto complicado, un horizonte complicado, con lo que el riesgo es quizá más grande si cabe.

Bueno, el reto es que entre todos*as vayamos encontrando el camino, construyendo la quimera, armando la nueva estructura. Parece que el antiguo sistema se resquebraja y hace aguas por muchos lados, así que no queda otra que ir inventándonos el nuevo. Eso sí, a ver si nos damos un poco de caña y no nos dejamos enredar otra vez en falsos debates -en intentar paliar los síntomas en lugar de afrontar los problemas-, porque quizá la cosa apremia...

1 comentario:

  1. El colectivo de bordes, vinagres, malajes, enfurruñaos y malababa que represento se niega a participar en la iniciativa de inclusión del "palabro". Y propone además para que no se nos tache de destroyers, la inclusión en el artículo de Santiago de la expresión "poner en valor" a todo lo que tenga que ver con el entorno, la educación ambiental, el paisaje y el patrimonio.

    Todo ello dicho con el ceño fruncido y el morro torcío.

    Y, por si Santi lo lee: eres una joya (o un cabronazo que me roba las ideas antes de que se me ocurran). Cualquier día te pido un dossier de todo lo que hayas escrito en tu vida.

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